Situación a la que se enfrentaba


Venezuela, tierra donde, por vez primera, Simón Bolívar desenvainó su espada por la libertad hace 130 años, está hoy día firmemente alineada para la lucha contra las fuerzas del Eje que tratan de dominar al mundo.

El 9 de diciembre de 1941, dos días después del ataque contra Pearl Harbor, Venezuela declaró su solidaridad con los Estados Unidos en el mantenimiento de la integridad territorial y la independencia política de las naciones del Hemisferio Occidental. El 12 de diciembre, Venezuela congeló los fondos de todos los que tenían nacionalidad del Eje. El 31 de diciembre, rompió sus relaciones con Alemania, Italia y el Japón.


Para coadyuvar en la lucha contra las actividades de la quinta columna en el hemisferio, el gobierno de Venezuela ha puesto bajo estricta intervención todos los movimientos de los extranjeros.

Ha autorizado también a los departamentos de Guerra y Marina para que se incauten de siete buques del Eje anclados hace tiempo en Puerto Cabello. La guerra ha planteado graves problemas a Venezuela. La escasez de transportes marítimos, resultante de las demandas de las fuerzas combatientes de las Naciones Unidas, ha mermado las importaciones de Venezuela, que comprenden grandes cantidades de trigo, harina, manteca, patatas y otros comestibles. Para hacer frente a esta situación, el gobierno está estimulando la producción agrícola.


Bajo el Presidente, General Isaías Medina Angarita, Venezuela ha desarrollado sus muchos recursos

Venezuela está proporcionando millones de barriles de petróleo para los tanques, aeroplanos y buques de las Naciones Unidas. En 1941, Venezuela era el tercer país del mundo en producción de petróleo, con una extracción total de 223,784,000 barriles. Únicamente los Estados Unidos y Rusia producen más petróleo que la República de Venezuela.


 Fotografía de una de las grandes refinerías situadas en la pintoresca y extensa costa del mar Caribe.  Como productor de petróleo, el país ocupa el tercer lugar en el mundo, el primero lo ocupa los Estados Unidos y el segundo Rusia. 

 En el mismo Venezuela se han ido desarrollando las refinerías. Las instalaciones de La Salina, y San Lorenzo, en el campo petrolífero de Maracaibo, y la de Caripito, destilaron 70,000 barriles en 1911. Pero el desarrollo de la industria refinera, de los transportes y de otras industrias a base de las cuales la nación está edificando su futura prosperidad, se ha visto demorado por la guerra, como tantas empresas en otros países. (Exordio, 2004)